Un cortocircuito es un fenómeno eléctrico que ocurre especialmente cuando dos cables eléctricos se ponen en contacto directo, generalmente debido a una falta de aislamiento. El resultado es un aumento repentino en la intensidad de la corriente que puede llegar a provocar un incendio.
En una instalación eléctrica, siempre hay al menos dos cables. La corriente eléctrica llega por uno y sale por el otro. Entre los dos, atraviesa un dispositivo eléctrico (una lavadora, una televisión, una computadora, etc) y lo hace funcionar. Cuando el material aislante de plástico está dañado, los dos cables pueden tocarse directamente, sin pasar por un dispositivo. La corriente toma un atajo, de ahí el nombre del cortocircuito. En otras palabras: cuando, en un circuito eléctrico, hay dos partes activas que chocan entre sí, se produce una diferencia de corriente, se eleva un pico grande de corriente, en ese momento se produce el fenómeno eléctrico.
Esta llamarada de luz y de fuego que llega a quemar los cables se produce cuando hay una diferencia de corriente, puede ser o por choque fortuito o porque una persona toca un elemento del circuito (conocido como «tocar chapa»).
¿Cómo proteger una instalación eléctrica de un cortocircuito?
A través de los fusibles
Este componente eléctrico, que comporta un hilo pequeño, es conductor de corriente, pero a diferencia de un cable tiene un punto de fusión muy bajo, lo que permite interrumpir la corriente cuando esta es excesiva. De esa forma se puede evitar que el resto del circuito sufra el choque y así prevenir incendios, protegiendo equipos eléctricos e instalaciones.
Los breakers
Tienen la misma función que los fusibles. Cuando la bobina de un breaker detecta una diferencia de corriente y un calor producido por la chispa, este se desconecta solo. Estos aparatos están configurados para saltar a 10, 20, 30, 40 o 50 Amperios de potencia.
Los diferenciales
Actúan como los breakers o como los fusibles, pero aportan algo importante: la corriente de más es desplazada a tierra, evitando así que una persona que haya entrado en contacto con esta sea afectada. El diferencial es lo que realmente salva la vida de un ser humano, por ejemplo cuando un niño pone el dedo en un tomacorriente (contacto de luz en México).